Universidad Autónoma de Durango Campus Zacatecas
Maestría en Nutrición Clínica
L.N. Rico Araiza Sandra Loreto
CALORÍAS LIQUIDAS
En la actualidad México sea posicionado en el primer lugar de obesidad, tanto por sus malos hábitos, como por el consumo de alimentos que entran al país que son demasiado refinados, aun así, olvidamos también lo que tomamos, ya que si recordamos todos los líquidos que consumimos durante el día, podremos percatarnos que tomamos de todo sin mesura y sin saber cuántas calorías están entrando a nuestro cuerpo de manera insensible ya que la saciedad no llega a plenitud como con un alimento sólido, esto quiere decir que podemos consumir más del doble de las calorías que necesitamos.
Con el fin de proporcionar
orientación en lo relativo a los beneficios y riesgos de la salud y nutrición
de varias categorías de bebidas, la Secretaría de Salud Convocó a un comité de
científicos expertos que realizó una exhaustiva revisión a la literatura
disponible del consumo de bebidas y su impacto en la salud, para la
estructuración de las “Recomendaciones sobre el consumo de bebidas para una
vida saludable”. Estas recomendaciones representan una herramienta para el
consumidor, los profesionales de la salud y el gobierno mexicano para promover
patrones de consumo de bebidas más saludables.
El agua natural puede ser
utilizada para satisfacer casi todas las necesidades de líquidos de los
individuos; sin embargo, para permitir cierta variedad y preferencias
individuales, una dieta saludable puede incluir varios tipos de bebidas, además
del agua. El comité de expertos propone una clasificación por categoría de bebidas
asignándoles una escala con base en:
1) Su contenido energético y
valor nutritivo, y
2) Sus beneficios y riesgos para
la salud
La escala incluye seis niveles,
ordenadas de abajo hacia arriba, del más al menos saludable:
Nivel 1: Agua potable.
El agua natural es la selección
más saludable en esta escala y la bebida más preferida para satisfacer las
necesidades diarias de líquidos, ya que no tiene efectos adversos en individuos
sanos cuando se consume en intervalos aceptados y no provee energía. Es necesaria
para el metabolismo, las funciones fisiológicas normales y puede proporcionar
minerales esenciales como el calcio, el magnesio y el fluoruro. El agua puede
satisfacer el total de necesidades de líquidos (2.4 Litros). Dependiendo del
consumo de otros líquidos, se recomienda tomar entre 750 y 2000ml al día (3 a 8
tazas/vasos al día).
Nivel 2: Leche semi y descremada,
bebidas de soya sin azúcar adicionada.
La leche es la principal fuente
de calcio y vitamina D en los niños, y aporta proteína de alta calidad. La
leche de soya fortificada sin azúcar es una buena alternativa para individuos
que prefieren no tomar leche de vaca y proporciona cerca del 75% del calcio
biodisponible en la leche, además de proteínas y otros micronutrientes. Las
bebidas de yogurt contienen una menor cantidad de lactosa que la leche y pueden
ser una buena opción para individuos que tienen baja tolerancia a la lactosa.
Las leches y las bebidas de soya saborizadas y con azúcar agregada, tienen
elevadas cantidades de energía, por lo que su consumo no es recomendado. Se
recomiendan de 0 a 500ml al día (0 a 2 tazas/vasos al día).
Nivel 3: Café y té sin azúcar
añadida.
Té: El té provee una variedad de
flavonoides y antioxidantes, así como micronutrientes, especialmente fluoruro y
algunos aminoácidos como la teanina.
Café: Varios estudios han
observados asociaciones significativas entre la ingesta regular de café y menor
riesgo de Diabetes tipo 2. Consumo de cafeína: La evidencia en adultos
saludables sugiere que una ingesta de cafeína de hasta 400 mg/día, no está
asociada con un aumento de diversos riesgos a la salud, incluyendo enfermedades
del corazón, hipertensión, osteoporosis o colesterol elevado. Se recomienda
limitar el consumo de cafeína en mujeres embarazadas, ya que cantidades mayores
a 300 mg/día se han asociado con un aumento en el riesgo de aborto y bajo peso
al nacer. No está claro si la cafeína tiene efectos adversos en niños, pero la
preocupación sobre sus efectos en el desarrollo del sistema nervioso ha llevado
a la recomendación de que se limite el consumo de cafeína en niños a 2.5mg por
kg de peso. Se recomienda de 0 a 1 litro de café al día (0 a 4 tazas) en los
adultos.
Calorías añadidas: agregar leche,
crema o edulcorantes calóricos aumenta las calorías en estas bebidas y baja
significativamente su valor en esta escala de recomendaciones.
Nivel 4: Bebidas no calóricas con
edulcorantes artificiales.
Las bebidas con edulcorantes no
calóricos (refrescos de dieta, aguas con vitaminas, bebidas energetizantes, y
otras bebidas “dietéticas” a base de café o té) se prefieren al as endulzadas
con calorías, ya que proveen agua y sabor dulce, pero sin aporte de energía. Se
considera que los edulcorantes no calóricos aprobados por la FDA no son
dañinos, aunque no hay ninguna otra evidencia en relación con la seguridad de
estos productos, además de los sistemas de vigilancia de la FDA. Recientemente,
ha aparecido literatura que sugiere que el sabor muy dulce de estas bebidas
puede condicionar la preferencia por este sabor y que la exposición crónica a
alimentos dulces puede causar cambios a largo plazo en las preferencias y
consumos de estos alimentos, por lo menos en niños. Este condicionamiento al
sabor dulce, es de especial preocupación para este comité. Se recomiendan de 0
a 500 ml por día (0 a 2 tazas/vasos por día). No se recomienda su consumo en
preescolares y escolares.
Nivel 5: Bebidas con alto valor
calórico y beneficios a la salud limitados.
Jugo 100% de frutas: Proveen la
mayor parte de los nutrientes de su fuente natural pero tienen un alto
contenido energético y generalmente tienen menos fibra, vitaminas y otros
beneficios no-nutritivos presentes en la fruta entera. Se recomienda de 0 a 125
ml al día (0 a ½ taza/vaso al día).
Leche entera: Los efectos
adversos de la grasa saturada han sido ampliamente documentados en numerosos
estudios, principalmente en relación al mayor riesgo de enfermedades
cardiovasculares. La leche entera contribuye significativamente a la ingesta de
grasa saturada en la población en México. La leche saborizada añade excesivas
calorías ya que aporta azúcar además de las grasas ya contenidas en la bebida.
No se recomienda el consumo de leche en niños menores de 1 año ni de leche
entera en personas mayores de 2 años.
Bebidas deportivas: Contienen de
50 a 90% de energía (75 – 140kcal pro 240ml) de las contenidas en refrescos con
azúcar y proveen pequeñas cantidades de sodio, cloruro y potasio. Estas bebidas
están formuladas para atletas de resistencia y no son útiles o importantes para
otros atletas o individuos. No se recomienda su consumo, excepto por atletas de
alto rendimiento, ya que proporcionan calorías.
Bebidas alcohólicas: El Comité NO
recomienda el consumo de alcohol, sin embargo si es consumido en cantidades
moderadas, provee algunos beneficios para los adultos. El consumo moderado se
define como no más de una bebida al día para mujeres y dos para hombres. Una
bebida estándar de alcohol se define como aquella que contiene 14g de alcohol,
una cerveza de 240ml, 150ml de vino (o media copa) o 45ml de licores
destilados. NO se recomienda el alcohol combinado con bebidas energéticas y/o
refrescos. Las bebidas energéticas son estimulantes y el alcohol es un
depresivo, por lo tanto la combinación de estos dos efectos puede ser peligrosa
porque reducen la habilidad de sentir la embriaguez.
Nivel 6: Bebidas con azúcar y
bajo contenido de nutrimentos.
Estas bebidas proveen excesivas
calorías y ninguno o muy escasos beneficios nutricionales. No se recomienda su
consumo, de consumirse, la recomendación es que sea esporádicamente y en
porciones pequeñas (no mayores a 250ml o 1 vaso).
Estudios han estado en debate ya
que existe el argumento de que las calorías líquidas no son detectadas por el
cuerpo, se ha utilizado para establecer una conexión causal entre el consumo de
bebidas azucaradas y el aumento de peso corporal. Pero en su mayor parte, el
debate sobre los refrescos y el sobrepeso se han expresado en términos
biomédicos, y se ha prestado mucha atención a los déficits de saciedad a corto
plazo, la compensación de energía y el metabolismo del azúcar. Aunque saciedad
a corto plazo y la regulación a largo plazo del peso corporal son mecanismos
distintos, se dice que las bebidas contribuyen a la obesidad en medida de que
es líquido y que tiene un alto contenido
de azúcar.
El consejo actual sería el de
centrarse en el psicológico, así como los aspectos fisiológicos de control de
peso. Un control de peso exitoso requiere el control cognitivo de los
instrumentos económicos, un estilo de vida saludable, y el cumplimiento exitoso
de las dietas de baja energía. Y si el comportamiento del contexto y la dieta
se convierten en los temas clave, entonces la noción de un déficit fisiológico
de saciedad después de consumir azúcar líquido, es recomendable verificar que
es lo que estamos consumiendo.
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